Ensayo sobre “Patas Arriba” de Eduardo Galeano

Patas Arriba: La gran brecha entre ricos y pobres según Eduardo Galeano


                                                        "Si Alicia volviera, no necesitaría atravesar un espejo para ver el mundo al                                                                                                                 revés; bastaría con asomarse a la ventana"



El mundo está diseñado para mantener y agrandar la distancia entre los que tienen mucho y los que no tienen nada. La desigualdad económica no solo se normaliza, sino que es promovida por un sistema que premia a los más poderosos y deja en el olvido a los más pobres. Galeano nos muestra las consecuencias de este desequilibrio, haciendo visible la profunda injusticia en la que viven millones de personas.

El éxito de unos pocos, nos cuesta a muchos. En nuestro mundo, los ricos no solo son admirados, sino que su éxito es visto como algo natural, mientras que la pobreza se percibe como un fracaso individual. "El pobre es pobre porque quiere", dicen muchas personas, pero ¿realmente pueden los pobres elegir lo que quieren? Galeano cuestiona esta narrativa, desmantelando la idea de que la pobreza es una elección y mostrando cómo el sistema está diseñado para mantener a los pobres en esa situación. A través de ejemplos históricos y actuales, se revela cómo los grandes empresarios, banqueros y políticos construyen sus fortunas sobre la explotación de los trabajadores más vulnerables. La acumulación de riqueza por parte de unos pocos no es una coincidencia ni un mérito individual, sino el resultado de un sistema global que favorece a los que ya tienen poder.

Este sistema no está roto; funciona exactamente como fue diseñado: para que unos pocos se enriquezcan a costa de muchos. La impunidad con la que actúan los poderosos, acumulando recursos y beneficios sin enfrentar las mismas leyes que oprimen a los pobres, es parte fundamental de este sistema. Así, mientras unos disfrutan de privilegios inmerecidos, la mayoría sigue atrapada en un ciclo interminable de pobreza y explotación. “La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado” (Galeano, 1998), los poderosos actúan sin consecuencia mientras que los pobres enfrentan el peso de la ley por mucho menos. Aquí se ve la contradicción que define al sistema: el mismo crimen que es condenable para los débiles, es aceptable, e incluso celebrado, cuando lo cometen los poderosos.

Uno de los puntos más importantes es cómo el sistema global trata a los ricos con indulgencia, mientras que los pobres son castigados severamente. La brecha no solo es económica, sino también legal. Los ricos tienen la libertad de cometer crímenes corporativos, abusos ambientales y fiscales sin repercusiones. En contraste, los pobres son tratados como una amenaza constante, encerrados por delitos menores o simplemente por existir fuera de los márgenes impuestos. Esta impunidad genera más desigualdad. Los pobres no sólo tienen menos oportunidades de acceder a los recursos, sino que son culpabilizados por un sistema que les niega esas mismas oportunidades.


Otro de los temas clave es cómo el consumo define a las personas en el mundo contemporáneo. El tener es lo que define al ser, y quienes no tienen acceso a los bienes de consumo están prácticamente borrados de la sociedad. Mientras los ricos viven rodeados de lujos y privilegios, los pobres no sólo son excluidos, sino que su pobreza se invisibiliza. Acorde a ello, la publicidad y los medios alimentan el deseo por productos que la mayoría de la población no puede alcanzar, creando una división aún más marcada entre quienes pueden consumir y quienes no. En este escenario, los pobres están condenados a aspirar a lo inalcanzable, lo que genera una frustración que muchas veces lleva a la violencia o a la desesperanza.


Entonces, ¿hay un cambio posible? ¿es posible revertir este sistema? Si bien el libro no ofrece soluciones fáciles, nos invita a reflexionar sobre las formas en que perpetuamos este sistema injusto. Galeano nos impulsa a imaginar un futuro diferente, donde la riqueza no sea el único medidor del valor humano y donde la justicia social no sea un sueño lejano, sino una posibilidad concreta.


En conclusión, Eduardo Galeano en “Patas Arriba: La Escuela del Mundo al Revés”, nos ofrece una visión cruda y honesta de las desigualdades que rigen el mundo moderno. La enorme brecha entre ricos y pobres no solo se mantiene, sino que se profundiza gracias a un sistema que premia la avaricia y castiga la pobreza. A través de su obra, el autor nos invita a abrir los ojos a estas realidades y a preguntarnos si es posible imaginar un mundo diferente, uno donde la riqueza no sea un privilegio exclusivo y la justicia no sea una excepción.


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